Friday 30 August 2013

"Los amantes del círculo polar" por Julio Medem

“Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haya falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande.”

Un periódico con una imagen de un avión estrellado. Los ojos de una mujer. Papeles volando. Un hombre asomado a la ventana. Un hombre corriendo detrás de una mujer. Los ojos llorosos de la mujer. “Es bueno que las vidas tengan varios círculos, pero la mía, mi vida, solo ha dado la vuelta una vez, y no del todo.”


Así comienza el filme de 1998 “Los amantes del círculo polar”, escrito y dirigido por el español Julio Medem. Se trata de su cuarto largometraje desde el inicio de su carrera, que fueron precedidos de numerosos cortometrajes.


La película trata de la vida de Otto y Ana, que se conocen a los ocho años en el colegio por casualidad tras la muerte del padre de Ana, y también por casualidad permanecerán juntos durante años. Tras su primer encuentro con Ana, Otto siente algo por ella y trata de seguirla. “Estar enamorado no es fácil. No basta con desearlo, hay que oírlo.” Después de ese encuentro el padre de Otto y la madre de Ana se conocen, y a partir de entonces comienza su relación, que irá pasando por diferentes fases pero siempre permanecerá viva.

En cuanto al tema que se desprende de dicha trama, cabe destacar en primer lugar el azar y el destino, aunque también se tratan otros temas fundamentales como el amor y la muerte.



Uno de los aspectos curiosos de la realización, que es trabajo de Julio Medem, es que adelanta el final a los espectadores sin que estos lo perciban. Se trata de planos introducidos en el relato que aparentemente no guardan relación con el resto de la narración. Quizás esto sea una forma que ha elegido Medem para expresar que estamos condicionados por nuestro destino. También llama la atención la estructura, que divide la historia en varias partes que corresponden a la visión de Otto o de Ana de unos mismos acontecimientos. El clímax del relato es un tanto ambiguo, con lo que requiere de la interpretación del público.

El guion, también llevado a cabo por el director, es una original historia de amor que supera las fronteras. De hecho transcurre entre dos países, por lo que la película fue rodada en Madrid, Helsinki, Lohja y Rovaniemi (Finlandia).



La dirección de fotografía también es un acierto, ya que predominan los colores fríos a lo largo de toda la película,  en especial el azul. Esto podría hacer referencia al frío del círculo polar, a la nieve, etcétera.

En "Los amantes del círculo polar" hay dos protagonistas pero seis actores y actrices protagonistas. Esto se debe a que cada uno de dos los protagonistas es interpretado por diferentes actores dependiendo de la etapa de la vida que se represente.
Otto de niño es interpretado por Peru Medem; Otto adolescente es Víctor Hugo Oliveira, y la última etapa de Otto la lleva a cabo Fele Martínez.
Por otro lado, Sara Valiente hace el papel de Ana de niña; Kristel Díaz hace de Ana adolescente y finalmente la actriz y cantante Najwa Nimri se encarga de la etapa final de la protagonista.
Se puede decir que el reparto ha sido seleccionado correctamente, pues todos ellos hacen una buena interpretación y trabajan de forma unánime para evitar que el espectador perciba los cambios de actores.



La música es otra de las grandes elecciones. Este trabajo le fue encargado a Alberto Iglesias, el famoso compositor español que ha llevado a cabo la banda sonora de numerosas películas tanto nacionales como internacionales, y en especial ha trabajado para muchas películas de Pedro Almodóvar.

“Los amantes del círculo polar” fue nominada a cuatro estatuillas en los Premios Goya, de los cuales finalmente obtuvo dos, en las categorías de mejor montaje y mejor composición musical.

A modo de conclusión se puede decir que este filme merece la pena por los factores que ya se han comentado y por su historia de amor que supera las fronteras y los límites de la vida y la muerte. Y al fin y al cabo, es una película de amor que enamora.

“Los disgustos de la vida hay que aceptarlos con buen humor porque igual que vienen, se van.” Los amantes del círculo polar


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